Hace un tiempo que, disfrutando de la obra de Alexander Calder, decidí iniciarme en el trabajo con alambres. Me busqué buenos alicates y tenazas y fui a la ferretería más cercana a comprar alambre de diferentes calidades y grosores. Me divierte mucho dibujar con el metal en tres dimensiones. Es algo así como un juego de crear laberintos trazados por líneas blancas que se entrecruzan y generan derivas a diferentes niveles. A continuación muestro 3 de los últimos trabajos que he terminado. Seguiré experimentando con la idea de la tridimensionalidad y más adelante mostraré nuevos "prototipos".
jueves, 22 de julio de 2010
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