jueves, 5 de mayo de 2022

Terminó el verano del 2021...

Pues sí queridos amigos, todo llega a su fin, y el verano no iba a ser diferente. Ha sido relajante en ciertos aspectos y productivo en otros. Empezaré hablando de los 3 últimos meses de curso, abril/mayo/junio, que para mí fueron muy intensos en lo que a trabajo se refiere. Estos meses anteriores a las vacaciones fueron de mucho trabajo y estrés, sobre todo preparando la que fue mi primera exposición individual en la ciudad que desde hace más de 6 años me viene acogiendo, Málaga. Mi amigo y compañero Paco Aguilar me llamó por teléfono, allá por febrero, para proponerme hacer una exposición en su galería, GRAVURA. Para mí, el solo hecho de que un artista al que tengo en tan alta estima deseara trabajar conmigo, me llenó de alegría (y también de una gran presión). Por supuesto acepté con agrado y de inmediato me puse manos a la obra para crear una serie de piezas que poblaran el espacio de GRAVURA y que pudieran servir de escaparate a mi trabajo más reciente, el cual jamás había sido visto en la ciudad. Tras 3 meses de trabajo intenso y sin descanso (creo que perdí 2 ó 3 kilos), pudimos inaugurar el 13 de mayo, a pesar de las restricciones y demás inconveniencias debidas a la dichosa pandemia. El día de la inauguración fue un caos, en especial por la exigencia de no tener más de 15 personas a un tiempo en la sala de exposiciones. Tuvimos que hacer turnos y la gente tuvo que hacer cola en la entrada hasta que pudo entrar. Lo pasamos bien y, la verdad, la atmósfera en la sala era un tanto hipnótica. Tanto Paco como su esposa Marian (Directora de la galería), mostraron su sorpesa y satisfacción con la propuesta y en más de una ocasión dijeron que "jamás habían visto, en los 40 años de la galería, una exposición semejante". Para mí eso fue bastante de agradecer y me volví esa noche a mi casa feliz y satisfecho por lo que creo era una exposición muy digna y profesional (también he de confesar que me fui a la cama con unos cuantos vinitos entre pecho y espalda). Abajo algunas fotos, el cartel y un vídeo de la muestra:




Desde su inauguración, hasta su finalización, la galería se convirtió en el lugar al que siempre tenía que ir por las tardes, bien para encontrarme con amigos que querían que se la explicara, bien potenciales compradores que deseaban conocer y hablar con el artista. Lo anterior, unido a que la exposición se prolongó 2 semanas y a que su clausura coincidió con el final de curso, acabé empezando mis vacaciones de verano deseando parar por unos días e intentando no hacer absolutamente nada, especialmente nada mental. Después de varios meses desde que se terminó la exposición creo haber sacado algunas conclusiones que me han servido un poco de aprendizaje. Quizás la más importante es la de ser consciente de que este tipo de acciones culturales se han de hacer sólo si te apetece hacerlas. Suponen muchísimo esfuerzo, consumo de tiempo y despliegue de ilusión como para hacerlo pensando en los aplausos (pocos, aunque sentidos) y en las ventas (raquíticas). Al final la única recompensa de verdadero valor para continuar es la de volver a tu casa pensando que has dado lo mejor de ti mismo, que has desplegado tu mejor yo y se acabó. Lo demás son quebraderos de cabeza, desilusiones, frustración y qué sé yo qué otras piedras demasiado incómodas en los zapatos...

Así que el comienzo del verano fue algo así como una etapa de descanso y de cuestionamiento. ¿Estoy yendo por el camino correcto? ¿Voy a seguir dándome cabezazos contra la pared como lo vengo haciendo desde hace más de 20 años? ¿Cambio de rumbo de una vez por todas? ¿Me voy al Tíbet con el Dalai Lama?

El verano sirve para hacerse según qué preguntas... Otra cosa es encontrar respuestas, je, je.

Durante el mes de julio estuve trabajando poco en mi estudio pero sí aprendiendo cosas nuevas, en especial a manejar una nueva plataforma de electrónica educativa de la que había oído hablar pero de la que sabía prácticamente nada, MICRO:BIT. La razón de querer iniciarme en dicha plataforma fue la invitación a dar un taller sobre arte cinético en el aula de mi amigo y colega André Rocha, profesor de la Escuela Politécnica de Lisboa y director del FabLab Benfica. Su idea era que fuera a su universidad a dar un curso a estudiantes y profesores sobre las posibilidades artísticas de la electrónica en el aula mediante MICRO:BIT. La invitación sería un evento patrocinado por el proyecto MakersXchange de la UE. Así que lo primero que hice cuando recibí la confirmación de que tendría que impartir el taller fue adquirir una placa MICRO:BIT y ponerme a inventar cosas con ella, materiales que poder llevar a Lisboa y compartir con los estudiantes. He de decir que, para alguien que lleva más de 10 años trabajando con Arduino, tanto en mi propia obra artística como en otros proyectos de carácter educativo, MICRO:BIT es una plataforma muy bien pensada y diseñada para trabajar con niños y adolescentes de una manera fácil y divertida, sin necesidad de asustar a los más jóvenes con el lenguaje de programación a pelo y sin anestesia. Lo anterior la convierte en una muy buena opción para iniciar al alumnado en crear cosas muy rápidamente y meterles el gusanillo para dar el salto a entornos más complejos o sofisticados como el mismo Arduino, incluso Raspberry Pi. 


La experiencia en Lisboa fue estupenda. Era la primera vez que viajaba con mi pareja desde el comienzo del confinamiento allá por el fatídico 2019 y, la verdad, Portugal es uno de nuestros países favoritos de Europa. A mi llegada la bienvenida por parte de André y demás colegas fue muy cordial y casualmente mi amigo Alan Yde, del FabLab Underbroen de Copenhague, andaba por allí trabajando en una residencia artística. 



La verdad sea dicha, si tuviéramos la oportunidad de vivir en Lisboa, aunque sólo fuera por unos meses, mi pareja y yo nos iríamos sin pensarlo. ¡¡¡Qué ciudad más maravillosa!!!

La vuelta la hicimos con desgana, no queríamos dejar de disfrutar de Portugal, pero la realidad siempre vence y tuvimos que venirnos a Málaga. A partir de aquí empiezo a trabajar en el estudio en querer aunar en un prototipo, movimiento y LEDs. Hacía tiempo que había dejado aparcados algunos motores paso a paso NEMA 17 y unos drivers EasyStepper con los que había estado probando hacía unos años. Pensé en crear una estructura giratoria que contuviera una tira de LEDs que se pudieran controlar al tiempo que giraban coordinadamente. Con la impresora 3D, algunos rodamientos y correas de precisión y sobre todo un spin ring, conseguí crear un prototipo que funcionaba:


En el proceso de programar los LEDs y coordinar sus animaciones con los movimientos del motor surgieron bastantes problemas e interrogantes. La búsqueda de respuestas me hizo aprender mucho sobre el funcionamiento interno de una Arduino y saber reconocer sus pros y sus contras. El problema fundamental que se platea cuando uno quiere controlar un motor paso a paso y, al tiempo, controlar animaciones en la librería FastLed con LEDs WS2812B (neopixels), es que el reloj y la capacidad de procesamiento de la placa Arduino (en mi caso una nano), se quedan muy limitaditos. En cuanto las animaciones de los LEDs requieren de mucho reloj interno, interfieren con los pasos del motor o viceversa. He estado buscando todo tipo de librerías que pudieran solventar el problema, incluso estoy barajando usar dos placas comunicadas, una controlando el motor y la otra las animaciones. Espero dar con la tecla en breve. Mientras tanto, ahí seguimos aprendiendo.

Continuando con mis andanzas veraniegas, he de confesar que no he dedicado mucho tiempo a la que es una de mis actividades más gratificantes durante las vacaciones, leer. Lo que sí puedo decir es que de lo poco que he leído, este artículo que descubrí en internet me dejó completamente fascinado:


Un estudio relativamente reciente había puesto de manifiesto la importancia de ciertos sólidos basados en simetrías icosaédricas descubiertas por el matemático norteamericano Michael Goldberg, en la forma de ciertos virus, del fulereno o de estructuras inorgánicas. El artículo me llevó a querer estudiar dichos sólidos/poliédros de Goldberg y me puse a pensar en la posibilidad de construir uno de sus poliedros de simetría icosaédrica al que luego le añadiera luces LED. El poliedro elegido es una simetría icosaédrica de frecuencia (2, 2), de 122 caras, 12 pentágonos regulares, 60 hexágonos irregulares y 50 hexágonos regulares. Abajo el modelo geométrico y un vídeo sobre el proceso de trabajo en la construcción de la lámpara:
 

 
He de confesar que parte importante de mi inspiración para hacer esta lámpara fue el proyecto de Philipp Nidermayer en Github, titulado SphereLamp. Gracias a su código, pude desarrollar la lámpara con Arduino nano y bluetooth. Le estoy tremendamente agradecido. Tras el trabajo de realización de la lámpara de Goldberg, quise seguir investigando formas geométricas y descubrí una forma de simetría fascinante llamada zonohedro polar. Abajo un ejemplo:
Elegí trabajar con un diseño de zonohedro basado en el decágono regular y me salió uno de 90 caras. Abajo os muestro el sólido diseñado en 3D en una primera prueba:

 

La forma que diseñé acabó convirtiéndose en una nueva lámpara de LEDs controlados por WIFI con una Wemos D1 y el software de código abierto WLED. Dio la casualidad de que durante el proceso de imprimir todas las piezas de la lámpara en 3D (102 piezas) y coincidiendo con las vacaciones de navidad, tuve que quedarme confinado en mi casa para pasar los días de rigor en cuarentena por COVID. Puesto que no podía salir y estaba más solo que la una, pues aproveché para darle un acelerón al proyecto y acabarlo antes de volver a las clases del instituto. Abajo algunas fotos y el vídeo del trabajo final:





Estos trabajos en los que intento crear objetos luminosos que se puedan controlar en remoto (bluetooth, wifi) me están llevando a querer ahondar en el conocimiento de herramientas de software y nuevas controladoras de hardware que me permitan crear orquestaciones de diferentes dispositivos al mismo tiempo que se coordinen e incluso que sus animaciones se sincronicen perfectamente con el sonido o la música. Ello haría posible "mapear" los objetos luminosos y crear composiciones de luz de gran complejidad... Ya os iré informando en artículos venideros.

Bueno, eso es todo por ahora. Para la próxima más y mejores novedades.

¡¡¡ SEGUIMOS APRENDIENDO !!!