viernes, 13 de junio de 2008

¿Qué tiene de emocional la geometría?

Muchos os preguntaréis (al decir "muchos" creo ser demasiado optimista) cuál es la razón del nombre geometría emocional. Siento un gran placer ante formas naturales y artificiales que muestran un grado de armonía y sencillez elevado. Dichas formas pueden encontrarse en la naturaleza, en la geometría, en el arte y dios sabe en cuantos lugares más. La helicoide, el dodecaedro, la circunferencia o el ángulo recto son formas y conceptos geométricos y matemáticos que la naturaleza se empeña constantemente en reproducir con mayor o menor acierto. No es casual que el mayor desarrollo de la geometría como ciencia y como arte se haya dado en una época como la de la Grecia clásica. Científicos como Pitágoras llegaron a pensar en las matemáticas como en el lenguaje secreto de los Dioses, creadores del mundo. No es de extrañar que sintieran fascinación por desentrañar el secreto de las formas en la naturaleza, de la composición de la materia, y que en ocasiones mezclaran visiones filosóficas con creencias religiosas y matemáticas. Eso es algo que se ve con claridad en obras de arte como El Partenon de Atenas, Las esculturas de Mirón, los Kylix, etc. Siendo laxo en la interpretación de la palabra arte, me atrevería a definir como obra de arte la teoría extremadamente sugestiva y genial de Empédocles de Agrigento (490-430 a.C.) que establecía que toda la materia era combinación de cuatro elementos:

tierra, aire, fuego y agua.

Dichos elementos provenían de la acción de dos propiedades: caliente (y frío) y seco (y húmedo) sobre una materia original no calificada o primitiva. Las combinaciones posibles de a pares de estas propiedades de la materia primitiva producían los cuatro elementos o formas elementales. A cada elemento se le asignó uno de los poliedros regulares (también llamados "platónicos"):


El 5º poliedro, el dodecaedro, representaba el Universo en su totalidad. Era como si Empédocles y los demás filósofos de la antigüedad que apoyaron la teoría(con Aristóteles a la cabeza) hubieran tenido una genial visión mística del mundo que les permitiera ver en el interior de lo más minúsculo de la realidad y casi dar con la verdad. No hace falta que explique cómo hoy sabemos que la materia, compuesta de átomos que forman moléculas, se ordena creando formas poliédricas que parten de formas compuestas según las estructuras de los sólidos platónicos. Sirva como ejemplo de esto último la siguiente visión de rayos X de un cuasi cristal.


Podríamos incluso ir más allá y exponer una teoría muy actual en torno a la forma exterior del universo. Según el matemático norteamericano Jeffery Weeks el Universo tiene la forma de un gigantesco dodecaedro, ¿No es alucinante?


Si quieres leer más sobre ello acude al siguiente enlace:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/universo/forma/balon/futbol/

1 comentario:

Demasiado Complicado dijo...

Soy profesora de matemática, y buscando material para mis clases me encontré con esta maravilla. Mi admiración desde Buenos Aires.